Un 30 de mayo de 1962, La Roja se estrenaba con éxito en su debut como local gracias al gol de Jaime Ramírez y al doblete de Leonel Sánchez.
La histórica campaña de Chile hacia el tercer lugar en la Copa del Mundo de 1962 comenzó un día como hoy, 59 años atrás, con la disputa de su primer compromiso. Este estreno era clave: el rival, Suiza, se perfilaba como una de las selecciones accesibles del Grupo B, que también integraban los campeones del mundo Italia (1930 y 1934) y Alemania Federal (1954).
En sus registros, los helvéticos anotaban cuartos de final en la Copa del Mundo de 1954, donde fueron locales, y se encontraban en plena reestructuración, liderada por el entrenador Karl Rappan. Por su parte, La Roja llegaba al Mundial tras un laborioso proceso de 4 años que encabezó el técnico Fernando Riera y con un contingente joven de jugadores, todos integrantes de la liga local.
Con camisetas blancas, Riera dispuso de un once compuesto por Misael Escuti al arco; Luis Eyzaguirre, Carlos Contreras, Raúl Sánchez y Sergio Navarro en defensa; Jorge Toro y Eladio Rojas en el trabajo en el medio; Jaime Ramírez, Honorino Landa, Alberto Foullioux y Leonel Sánchez en busca de los goles.
El debut como anfitrión fue en el Estadio Nacional y el trámite inicial no favoreció a los locales. A los 6 minutos, el suizo Wuethrich desde 25 metros envió la pelota a la esquina superior izquierda del arco, inatajable para Escuti.
Los europeos administraron la ventaja casi toda la primera parte. La aplicada defensa suiza impidió durante largos minutos las conexiones entre Landa y Foullioux, pero el ímpetu de los dirigidos por Riera les permitió igualar el marcador antes del descanso. Todo empezó con un balón al área que Rojas amortiguó para Sánchez, quien con el arco de frente golpeó el balón para enviarlo a la red. Chile se fue al entretiempo con la tranquilidad del 1-1.
En la segunda etapa, la Selección salió a buscar el triunfo. A los 51 minutos, Toro remató al pórtico, pero el balón dio en la defensa helvética. Esto lo aprovechó Ramírez, que apareció sorpresivamente entre la zaga, para capturar el rebote y con un disparo suave de zurda poner en ventaja a Chile.
El recinto nuñoino estalló 4 minutos después cuando Sánchez robó un balón por la banda izquierda, que le permitió disparar al arco encontrando la resistencia del portero suizo. No obstante, el rebote le quedó al chileno que en su segunda oportunidad logró la concreción del gol.
Tras el 3-1, la disposición inicial de los europeos no varió y con escasas variantes ofensivas les fue imposible vulnerar nuevamente el arco de Escuti. De ese modo, Chile consiguió su primera victoria y observó su futuro con mayor tranquilidad. En ocho días, el desafío era mayor: buscar la clasificación a la siguiente fase enfrentando a Italia y Alemania Federal.
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