En una jornada inspirada de Marcelo Salas en el mítico estadio londinense, la escuadra nacional derrotó a los ingleses con dos goles del ‘Matador’.
Con el Mundial de Francia 98 en el horizonte, la selección dirigida por Nelson Acosta realizó una gira europea que tenía como plato fuerte el enfrentamiento ante los ingleses en Londres. Como precedente, la escuadra ‘B’ había derrotado por 2-1 a los anfitriones en Birminham en la víspera , pero aún así nada hacía presagiar lo que se viviría aquel 11 de febrero de 1998 en el mítico Wembley.
Ante 65 mil espectadores en el estadio inglés, La Roja salió a hacerle frente a una poderosa selección local –4ª en el ranking FIFA en ese entonces– que contaba con figuras de la talla de Michael Owen, Gary Neville, Sol Campbell, Teddy Sheringham y Alan Shearer , entre otros. Para dicho desafío, Acosta formó con Nelson Tapia en el arco; Pedro Reyes, Ronald Fuentes y Javier Margas en la zaga; Moisés Villarroel, Clarence Acuña, Nelson Parraguez y Francisco Rojas en el mediocampo; José Luis Sierra en la creación; y Rodrigo Barrera y Marcelo Salas en la ofensiva.
Aquel gol
Pero a pesar de empezar complicado, la selección fue acercándose al arco defendido por Nigel Martyn, hasta que a los 45′, casi cerrando el primer lapso, llegaría una jugada que quedaría grabada a fuego en la memoria colectiva nacional.
Despeje de la zaga chilena qu toma Clarence Acuña, quien conduce y se la entrega a Sierra. El ‘Coto’ levanta la cabeza, ve a Salas y le lanza un preciso pase de 40 metros que el ‘Matador’ amortigua con clase en su muslo izquierdo . Con la misma pierna, y antes de que toque el suelo, el ariete de River Plate remata a un costado del arco inglés, marcando el 1-0 y desatando la locura entre los aficionados nacionales.
En el segundo tiempo, Tapia volvería a lucirse bajo los tres palos, pero sería Salas el verdadero héroe de aquella jornada. Minuto 77′ y el delantero recibe a un costado del área inglesa, siendo perseguido por Campbell. El nacional gambetea, el defensa falla y le comete un penal que Wojcik no duda en cobrar .
Fue el mismo ’11’ quien tomó el balón desde los doce pasos y, a pesar de los abucheos que caían desde las tribunas de Wembley, anotó con calidad el 2-0 de La Roja. Minutos más tarde, el ariete volvió a caer en el área, pero esta vez el juez desestimó sus alegatos.
Así, la selección nacional consiguió derrotar a los poderosos ingleses en su propia casa, el famoso Wembley; una hazaña que volvería a repetir 15 años después y con otro delantero chileno como protagonista. Pero esa ya es otra historia.
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