En Cuiabá, La Roja venció por 3-1 a los oceánicos, mostrando un alto nivel que ilusionó de cara al resto del torneo.
Una calurosa noche en Cuiabá recibía el estreno de la Selección Chile en la Copa del Mundo de Brasil 2014. La Roja, entrenada por Jorge Sampaoli, se medía ante Australia, en el papel, el rival más débil del Grupo B, debido a que era un equipo en pleno proceso de reconstrucción, donde dos históricos, como Tim Cahill y Mark Bresciano, estaban rodeados de un grupo de jóvenes e inexpertos jugadores.
Para ese encuentro, La Roja presentó el siguiente equipo: Claudio Bravo en el arco; Mauricio Isla, Gary Medel, Gonzalo Jara y Eugenio Mena en la defensa; Marcelo Díaz, Charles Aránguiz, Jorge Valdivia y Arturo Vidal, que recién se recuperaba de una dolencia en la rodilla, en el mediocampo; y Alexis Sánchez con Eduardo Vargas en ataque.
Los primeros minutos el elenco nacional mostró una enorme superioridad. Los nervios de los australianos eran muy evidentes, y esto fue aprovechado por los nacionales, que abrieron rápidamente la cuenta a través de Alexis Sánchez, a los 12’, luego de una jugada que inició Charles Aránguiz.
Apenas dos minutos después, Jorge Valdivia empalmó un lindo remate de media distancia en el arco del portero Ryan, colocando a los chilenos 2-0 arriba.
Había perfume a goleada en Cuiabá. Los nacionales lucían arrolladores y empoderados en la cancha, mientras los australianos no encontraban respuestas y pagaban caro su inexperiencia.
No obstante, los “Socceroos” empezaron tímidamente a encontrarse en la cancha, aprovechando también que el calor y el desgaste de la presión empezó a hacer mella en la escuadra chilena. Así fue como a los 35 minutos, luego de un centro flotado al área, Tim Cahill se elevó y batió a Bravo de cabeza. Así, 2-1, se fueron al descanso.
En el segundo lapso, Australia entró envalentonada, al punto que el empate estuvo muy cerca, tanto por un gol anulado al mismo Cahill como por un par de notables tapadas de Bravo.
El complemento fue pasando y con el rival sin encontrar ideas, los cambios de Sampaoli, que significaron el ingreso de Felipe Gutiérrez, Mauricio Pinilla y Jean Beausejour le permitieron tener otra vez el dominio a las acciones.
Así fue como llegó el gol de la tranquilidad, en medio del tiempo extra. Mauricio Pinilla quedó solo frente al golero Ryan, quien tapó en primera instancia, pero nada pudo hacer tras un furioso remate de Beausejour. Ese tanto le permitió al zurdo entrar en la historia del fútbol chileno, pues fue el primer jugador de este país en anotar en dos mundiales diferentes.
De este modo, La Roja comenzó de gran forma su periplo en Brasil, sorteando el primer encuentro con una victoria, aunque luego vendrían en el camino dos potencias: España y Holanda.
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